
Qué bonito es recordar cuando éramos niñas y niños y los días eran largos, el año escolar era eterno, desde el comienzo de curso hasta las vacaciones de navidad, y de ahí a las vacaciones de Semana Santa, y pasando mucho tiempo llegaban las de verano, que eran unas vacaciones eternas, al final ya estabas deseando volver al colegio a ver a tus compañeros. Creo que entonces hacíamos muchas cosas que nos gustaban, sin pensar demasiado en ello. Los días pasaban entre juegos, invenciones, imaginando… pero de repente un día te encuentras diciendo lo que le escuchabas decir a los mayores y a ti te sonaba a chino «La semana se pasa volando…», «…¡Cómo pasan los años!»….
¿Qué ha pasado para que tengamos esa sensación? Qué pena pensar que sea lunes y estemos deseando que pase la semana y llegue el viernes por la tarde, ¡¡estamos deseando que se esfumen rápidamente casi 5 días a la semana durante 11 meses al año!! ¿Queremos que pasen lo antes posible unos 220 días al año? … ¡pues así se nos va la vida!
Y es que si nos paramos a pensar …. estamos un poco automatizados ¿no? Por la mañana levántate y correcorre… si tienes peques por mucho que quieras mantener el estado zen, el llegar al cole en hora suele suponer un momento de bastante estrés, si no los tienes a lo mejor el tuyo de primera hora son los nervios de no llego a tiempo por las retenciones de tráfico, o que el metro va a tope y todos los días la pelea de entrar y después ¡a ver si te dejan salir! …. y luego ya se van sumando las pequeñas cositas del día a día….que si el jefe me ha puesto mala cara, que si estoy en la cola del pan y se nos quiere colar el señor que hace que no se ha enterado de que había que pedir la vez…. y de nuevo a correr por cualquier cosa que consideremos que merezca que suban nuestros niveles de cortisona… uff! Parece que nos gusta decir «no ahora no puedo que tengo prisa» o «me pillas muy liada»…
¿Y si paramos un momentito?¿Sabías que en estados de ansiedad permanente, en los que se tiene la sensación de no controlar la situación, con sentimientos de frustración, miedo, ira, se liberan unas hormonas llamadas corticoides?
Pues en situaciones normales de alerta sí son beneficiosas para ayudarnos a superar peligros verdaderos, porque favorecen que el corazón trabaje con más potencia y que mucha más sangre circule por nuestros músculos…..Pero….. estas hormonas dejan de ser buenas para nosotros si se convierte en habitual la liberación de corticoides por situaciones de ansiedad permanente…
Su acumulación se produce bruscamente y ¡no deja que nuestro sistema inmunitario trabaje de manera natural!!, porque no deja actuar a los linfocitos NK, que son los que destruyen las células tumorales que a veces el organismo genera por la propia producción celular….
Vaya, vaya… pues va a resultar que a lo mejor tenemos que poner el freno y reflexionar un poco ¿no?…. yo voy a empezar por acordarme de respirar profundamente varias veces al día y buscar un momentito de relajación en el que pueda sentir serenidad y paz, concentrándome en mi respiración, a ver si soy capaz de relajar un poco esta cabecita llena de pensamientos que centrifugan a veces sin control. Otro día hablamos un poquito de la práctica de mindfulness: «la mente plenamente en el aquí y en el ahora».