El arte de mantener la calma ante la tempestad
Voy a contaros cómo está siendo mi experiencia con el mindfulness, qué es y cómo se practica. En mi entrada anterior (Lecturas que me han hecho bien) os hablaba de varios libros del Dr. Mario Alonso Puig que contienen grandes enseñanzas, uno de ellos es «¡Tómate un respiro! Mindfulness«. Pues este libro está siendo mi guía como inicio en la práctica de ejercicios de mindfulness.
Mindfulness beneficios
En primer lugar si nunca has realizado ningún tipo de meditación, tendrás que tener la mente abierta a probar algo diferente que realmente merece la pena. Yo había escuchado hablar de ello y pensaba que simplemente era un ejercicio de relajación, pero no sabía que es algo más profundo espiritualmente y que produce beneficios en el cuerpo y en el cerebro.
El mindfulness es una exploración de la mente para descubrir qué es lo que la enferma y también qué es lo que la sana. Es una herramienta que nos ayuda a plantar cara a los problemas que surjan con más energía, ilusión, con mayor capacidad de reflexión y recursos.
El mindfulness aumenta:
- Nuestra eficiencia
- La capacidad de estar atentos, comprender y aprender
- La concentración
- La creatividad
Lograremos mantener un equilibrio en nuestra vida que nos permita afrontar retos y adversidades con más serenidad. Se mejoran las relaciones interpersonales al desarrollarse la capacidad de empatizar, amar y perdonar. Ayuda a gestionar mejor situaciones de ansiedad o estrés.
¡Merece la pena probar!, ¿verdad?
Cómo se practica el Mindfulness
Es la capacidad de estar presente en el aquí y en el ahora, por ello en su práctica hay que llevar la atención las veces que sean necesarias a la experiencia directa de los sentidos.
Digo «las veces que sean necesarias» porque es difícil parar el ritmo de nuestra cabecita…. ¡pensamiento va, pensamiento viene! y cuando te quieres dar cuenta, ya tienes otro más que hace que te desconcentres de tu objetivo.
Objetivo: Mantenerse centrado en la respiración y en tus sensaciones corporales, relajando poco a poco cada parte de tu cuerpo. Volver a los sentidos nos trae al presente y evita que los pensamientos nos arrastren al pasado o al futuro.
Si es la primera vez que vas a practicar mindfulness, no te lances a ello con grandes expectativas de ver resultados inmediatos o de que vaya suceder algo extraordinario en el momento. Será la práctica regular de ejercicios de mindfulness, lo que te llevará a obtener resultados beneficiosos.
Depende de cada persona será antes o más tarde, pero se sabe que en dos meses de práctica, cinco días a la semana, veinte minutos al día…¡Se producen cambios en el sistema inmune! y también a nivel cerebral, al aumentar un conjunto de fibras nerviosas que son las que contrarrestan el miedo y la ira.
Ejercicio Práctico de Mindfulness Sencillo

Para empezar: Piensa cuánto tiempo vas a dedicar y programa una alarma con un sonido agradable. Buscaremos una posición cómoda, sentados o tumbados. Si vamos a estar sentados puede ser en una silla, con los pies apoyados en el suelo. Si fuera en el suelo, con un cojín de meditación o una superficie en la que nos encontremos cómodos y podamos mantener la espalda recta, nuestras manos con las palmas hacia arriba se apoyaran en los muslos y relajaremos los hombros, la barbilla estará ligeramente inclinada hacia abajo y la coronilla en dirección hacia el cielo, como si tiraran de un hilo invisible de ella.
Sentados en el suelo podremos estar en posición de loto (piernas cruzadas con cada pie encima del muslo contrario) o de rodillas con un banco de meditación (es un banco bajito en el que te sientas y quedas con las rodillas debajo del banco).
Yo me siento con las piernas cruzadas a lo indio y también me va bien 😉
Una vez encontrada la postura en la que nos sentimos cómodos, cerraremos los ojos y haremos tres respiraciones profundas. Seguiremos respirando, siendo conscientes de cómo el aire entra en nuestros pulmones y vuelve a salir, intentando percibir incluso que entra más frío de lo que sale.
Seguimos relajándonos, ahora es cuando empezamos a estar atentos de nuestras sensaciones corporales. Fijándonos en cada parte de nuestro cuerpo, comenzando por los pies, continuando con rodillas, muslos, caderas, abdomen, pulmones, espalda, hombros, brazos, manos, cara, cabeza… y en cada una de estas partes, a la vez que estamos pendientes de nuestra respiración, notaremos como las vamos relajando y percibiendo las sensaciones que se produzcan en ese momento. Iremos pasando al siguiente órgano del cuerpo cuando sintamos que ya hemos relajado el anterior.
Cuando vas pasando por cada parte de tu cuerpo, fíjate en si notas frío, calor, un pequeño dolor..
En este proceso nos encontraremos pensando de repente en «qué voy a hacer de comer«,…»se me ha olvidado llamar por teléfono a alguien» o cualquier cosa que se encuentre en nuestra cabecita y quiera aparecer en ese momento…. ¡¡esto va a suceder continuamente!! pero ¿qué vamos a hacer nosotros con estos pensamientos inoportunos?
Pues amablemente los observaremos de lejos y los dejaremos pasar, sin enfadarnos ni ponernos nerviosos, y volveremos las veces que haga falta tranquilamente a nuestra respiración.
Yo, cuando termino de relajar todas las partes del cuerpo, respirando y sintiendo como entra energía buena, sigo respirando e intentando mantenerme presente en la respiración, dejando que los pensamientos que vienen pasen como si se los llevara una suave brisa. Te encuentras muy bien, ¡verás que cuanto más lo practiques, más te apetecerá alargar el ejercicio! 🙂
Terminaremos respirando profundamente tres veces… y yo personalmente doy las gracias por ese momentito que he tenido para mi y lo bien que me ha sentado.
Hay vídeos de práctica de mindfulness guiada con los que en un principio te puede resultar más fácil, de un modo u otro lo importante es mantener el ritmo y a lo mejor al principio solo estás cinco o diez minutos, hasta que con el paso de los días el tiempo de práctica sea mayor, y notarás los beneficios en tu interior y en el exterior.
Os dejo cuatro vídeos con los que he practicado, me han gustado éstos porque de los que he escuchado me parece que la chica tiene un tono de voz muy agradable y la sigues muy bien. El primero es de quince minutos, el siguiente es de veinte minutos, hay uno de 5 minutos por si tienes muy poco tiempo y el último es una práctica muy bonita de sanar la niña o el niño interior.
Esta es mi pequeña aportación sobre lo que sé del mindfulness, si no lo has practicado y te animas, ¡ya verás que bien sienta! 🙂
Os dejo también esta meditación cortita de 5 minutitos para hacer en familia, deja volar tu imaginación y sobre todo sonríe…es bonita para hacer con niños o para dejar salir tu niño o niña interior.
Un comentario en “Qué es Mindfulness”